martes, 21 de febrero de 2012

"DEMOSTENES".


“POR LA CORONA”.

Cabe señalar que esta obra de Demóstenes “por la corona”, nos hace un excelente hincapié de que los argumentos en sus tres aspectos, retóricos, dialecticos y apodícticos son importantes para fundamentar cualquier tipo de asunto. Y que como es nuestro caso el argumentar bien o no, dependerá mucho de cuantos asuntos podremos ganar o perder.

Y aunque la lectura es muy difícil y compleja te enseña y nos da pruebas que la mejor herramienta que uno puede tener es la argumentación, tal y como hizo Demóstenes en cada una de las falsedades que le levantaron en contra suya.

Y atendiendo a los argumentos retóricos, apodícticos y dialecticos, en la lectura se dan muchos de este tipo:

*Los  ejemplos de argumentos apodícticos son los decretos de Demóstenes y otros decretos que en la presente obra se señala. Además las leyes de Solón que se hacen mención y también hacen mención de una ley tipo fiscal en donde se obliga a los ricos a pagar su obligación.

*Los ejemplos  argumentos dialecticos los alegatos que hacen los oradores y como pruebas histórica la guerra Fosence.

*Y algunos ejemplos de los argumentos retóricos que Demóstenes utiliza son:

-“… de obra y de hecho he hecho siempre lo mejor para el pueblo y es por que estoy lleno de celo en hacer todo el bien que puedo y es por ello que yo merezco alabanzas…”

-“… no te da vergüenza presentar una denuncia por envidia, no por delito alguno y cambiar y mutilar la ley cuando debían de ser leídas por todos los hombres que han jurado obedecerlas…

- cuando Demóstenes les hace ver los valores que deben tener como jueces de la ciudad.

domingo, 12 de febrero de 2012

APOLOGIA DE SOCRATES.

“APOLOGÍA DE SOCRATES”.
En realidad es una lectura muy interesante, se observa primero como los jueces fueron excesivamente duros  y ambiciosos, así como arrogantes y poco humildes, que siempre se quisieron hacer pasar como sabios pero en realidad el mas consientes de todos ellos era Sócrates.
Al ir leyendo esta obra tan interesante  nos damos cuenta que aunque Sócrates sabia que era sabio, o según el, un poco mas que los jueces, despliega una actitud muy humilde y siempre utilizo muchos ejemplos que ilustraban la diferencia entre el y todos los demás que creían saber todo. Y aunque solo  quería ayudar a los jóvenes, los jueces lo acusaron de corromper a los joven cosa que a Sócrates no le agradaba mucho, sin embargo a mi punto de vista la forma de  enseñar de Sócrates hacia los jóvenes era buena y era simplemente para que los jóvenes no se confiaran de que sabían todo, su mejor discípulo fue Platón.
En su vida siempre fue fiel a dios, ya que ante los jueces, Anito y Meleto, aunque lo condenaran a muerte él les dijo que no dejaría de predicar las cosas que el enseñaba, tanto a jóvenes como a grandes, con este vemos que fue valiente y que aunque lo condenaran, el siempre defendió su postura, algo que nosotros como abogados siempre debemos de hacer con nuestros clientes.
En resumen los argumentos de Sócrates me parecen acertados y las acusaciones que hicieron los jueces no fue la mejor sin embargo la condena era dura pero Sócrates con el fin de no contradecirse y confiar en lo que predicaba accedió, sin embargo sus pensamientos y su formas de enseñar sigue aun en nuestros tiempos y las personas que lo acusaron solo fueron personas que en ninguna memoria ni ningún beneficio trajeron a la sociedad. Sócrates si da argumentos con los cuales pudo haber derrotado a los jueces y también con estos hacia pensar mas a las personas y yo no apoyaría a los jueces ni a la sentencia que le dieron al pensador.

domingo, 5 de febrero de 2012

ANTIGONA.


ANTIGONA.



La trama de esta novela comienza cuando a la muerte de Edipo el rey, sus hijos varones se discuten el trono de su padre, sin embargo ninguno cedió y Polinices se enfrenta a el sucesor de su papa al trono, Tebas, cuando termina de la guerra entre los dos hermanos, por cuestión de el trono de su padre, el ya fallecido Edipo, ninguno de los dos hermanos gana la pelea, los dos murieron y como consecuencia queda en el trono uno de sus tíos, Creonte,  sin embargo a Tebas le dan  una sepultura  digna, ya que era rey en ese entonces, sin embargo a su otro hermano Polinices no, por haber desobedecido al rey, sin embargo Antígona, hermana de  Tebas y Polinices, movida por el amor y humanidad tan grande que tenia decide sepultar a su querido hermano Polinices.  



Pero el rey, ahora su tío Creonte junto con el coro, que era un conjunto de ancianos nobles, dictan que cualquiera que enterrara al desobediente Polinices, el “hermano traicionero” pagaría con su vida propia y el rey manda a un soldado a cuidar del cadáver para que su orden no sea desobedecida, aun así Antígona decide enterrar a su hermano pero no lo quería hacer sola y le dice a su otra hermana Ismena, pero su hermana temerosa de su tío e  indecisa le dice que no  podía pues no debía desobedecer a su tío y le dice que lo que Antígona hacia era algo bueno pero que por temor a lo que dictaba su tío no quería perder su vida. Pero Antígona, aun con que no contaba con la aprobación de su hermana ni de su tío decide hacerlo sola.



Cuando uno de los soldados se percata de que se le habían dado los rituales debidos a Polinices y encuentran a Antígona, la llevan  detenida debido a que había desobedecido la ley de su tío pero lo había hecho por que para ella ninguna ley humana debía de pasa por alto lo que los dioses tenían destinado a los ritos funerarios. Pero cuando Creonte le preguntó si era ella quien había cubierto el cuerpo de Polinices y afirmó q sí, que había sido ella y nadie más, Creonte no le creyó y pensó que Ismere tuvo algo que ver, pues la había visto sospechosa y mandó traerla a la presencia del rey, su tío Creonte. Pero Ismere ya había cambiado de idea, y sin haber participado en los hechos le dijo a su tío Creonte que ella había ayudado a Antígona y que era cómplice de su hermana.



Como consecuencia de mando  a ambas a una celda, pero aparece Hemión, hijo de Creonte y prometido de Antígona. Pero la ambición, obsesión  de la intransigencia de Creonte se convierte en algo peor  ya que porque no ve ni percibe que la  condena a Antígona alcanzaría también a Hemión, su hijo,  lo que el Coro señala como algo que podría afectar al futuro del reino a través de su heredero, ya que son dos ahora las muertes que esa inflexible orden de Creonte puede causar. Y aunque su Pero nada hace cambiar la opinión de el gobernante que decide dejar en libertad a Ismere mientras que a Antígona la iba a dejar abandonada en una cueva con un poco de comida, la iba a enterrar en vida, para que así “su muerte no salpicara a la ciudad”.



La entrada de Antígona, camino de su mortal destino, nos la muestra cambiada ya que se sintió desolada que menciono: “Sin llantos, sin amigos, sin himeneos, me llevan ya, triste de mí, a este viaje inevitable. Jamás me será dado ya, desventurada, ver el sagrado ojo del día; y mi muerte, muerte sin llantos, ningún ser amigo la llora”, con esto nos damos cuenta que Antígona había  perdido su altivez y la seguridad inicial. Increpada por Creonte y abandonada por todos, incluso por el Coro, su canto no era de triunfo en la condición que estaba sino de profunda tristeza, nostalgia y desolación



Cuando llega el anciano Tiresias  un invidente, anciano y adivino de Creonte  le menciona: “Príncipes de Tebas, dos venimos juntos acá con la vista de uno solo; pues así son los viajes de los ciegos, de la mano de un guía” Es el protagonista que únicamente hace cambiar de opinión a Creonte, aunque no desde el principio de su intervención, y le avisa de las desgracias que puede sufrir por sus decisiones sumamente prepotentes y dogmáticas: “Y tú ten por muy cierto que no han de cumplirse ya muchas vueltas del sol en su veloz carrera sin que tú mismo veas entregado, muerto por muerto, a un hijo de tu propia sangre; porque tienes echado al mundo de abajo a quien es del de arriba, encerrando indignamente a un vivo en una tumba, y retienes aquí a un cadáver, posesión de los dioses infernales, sin sepulcro, sin exequias, sin respeto. Todos son atropellos cometidos por ti [...] Pasará un tiempo, nada largo, y llenarán tu propio palacio lamentos de hombre y lamentos de mujeres...” Esta intervención produce un cambio radica y de inquietud en el comportamiento de Creonte. Y aunque en un principio se niega a aceptar su error, pero su seguridad se desmorona y, atemorizado, intenta evitar que se cumpla la condena de Antígona y dice: “Me voy yo mismo, así, sin más [...] Que yo, pues éste es el consejo que he tomado, yo lo he hecho, yo lo tengo que deshacer por mí mismo. Me voy temiendo que es lo mejor llegar al fin de la vida respetando las leyes establecidas” Ahí comienza a darse cuenta de sus errores, pero no será hasta el final de la obra, cuando encuentre a su hijo y a su mujer muertos, cuando se dé cuenta de que ha excedido sus limitaciones, y que se ha visto sobrepasado por el poder: “¡Ay de mi! A nadie, a nadie sino a mí se culpe jamás de este crimen. Yo te he muerto, hijo; yo, desdichado, lo confieso abiertamente. Sacadme de aquí, ¡oh siervos!, cuanto antes; sacadme fuera; yo ya no existo, yo ya no soy”



Pero cuando llegó adonde se encontraba Antígona, vio como estaba ahorcada y también vio como agarrado a su cintura estaba su hijo Hemión, que había puesto  su espada contra él, se la había clavado en el pecho, y en consecuencia había muerto. Al saber esto su madre de Hemón  se quita la vida y cuando el rey volvió a su palacio, con su hijo en brazos, encuentra que su esposa, Eurídice.



Ahora el castigo y remordimiento de  Creonte era lo único que le quedaba. Y  por haber castigado a su sobrina, por haber  dado sepultura a Polinices, después de que éste muriera en combate contra su ciudad natal, Tebas, y de la que es Creonte el máximo representante, su hijo y heredero, Hemón, y su esposa, Eurídice, habían muerto también como consecuencia de la muerte de Antígona. Creonte tubo  que ver morir a muchas personas para que al final  y sin  mas remedio, se diera cuenta de su gran error, de que una persona, por mucho poder, machismo, obsesión, que tenga aunque sea político y rey  siempre está por debajo de los dioses y des sus leyes y mandatos y que sobre eso esta el amor, y humanidad que como persona debía de mostrar.



Aspecto jurídico.


A punto muy personal, lo que puede sacar de esta novela es:  que un juez debe valorar la o las situaciones que se le presenten ya que se encuentra en un dilema, por un lado esta la ley que en algunos sentidos o materias es estricta sin embargo debe de ser y regirse también por la humanidad que tenemos todos como seres humanos, es decir debe de sopesar todo en una balanza y ver el fondo de las cosas antes de tomas una decisión ya que como Creonte sino pone en practica esto se dio cuenta que perdió a muchas personas pero todo por falta de equidad, que tuvo que mostrar para evitar otras cosas de mayor peso para el.